Por Ramón Alejandro Muñoz
González/ Prisionero político.
LA HABANA, 6 de Febrero.- En una
carta fechada el 25 de Julio del 2013,
el presidente de la Comisión de la Justicia y Paz Internacional de la
Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, Monseñor Richard E.
Páter, refiere que en la Base Naval de Guantánamo hay presos detenidos que se
encuentran en “huelga de hambre”, en condiciones infrahumanas.
Veo justo ese reclamo de la
Iglesia Católica, que defiende el derecho de aquellos que de una forma humilde
y decorosa reclaman sus derechos.
Cuando un hombre se planta en
huelga de hambre decidido a morir si es
necesario, es digno de admirar, porque es
la forma más justa y honesta para reclamar un derecho y aquellos que por
ese solo hecho torturan, maltratan, asesinan, y lo esconden de la prensa para
dejarte morir, porque son realmente verdugos de la libertad y privan del
derecho a la vida y a la honra a aquellos que con dignidad reclaman justicia.
Es necesario señor Richard E.
Páter que usted tenga el conocimiento de que en Cuba hay presos políticos y el
gobierno cubano hiere también la reputación de nuestro país. Hemos sido durante
siglos enemigos de la opresión; nuestro ancestros dieron sus vidas por una
república verdadera y se derramó mucha sangre para que nuestra patria fuera
libre, y después de más de medio siglo continuamos siendo víctimas de un
régimen que da una apariencia al mundo y confunde a muchos.
Nos ha afectado el derecho de
defendernos, de ser libres, de poder elegir el futuro que queremos para
nuestros hijos. En Cuba existen los mismos problemas que hay en estos momentos
en la Base Naval de Guantánamo; también hay hombres en huelga de hambre y
muchos han muerto por falta de atención médica.
Una muestra de esto son Ricardo
Arena, Pedro Luis Boitel, Orlando Zapata Tamayo, Wilmar Villar Mendosa, presos
políticos víctimas del terrorismo castrista; así como Pedro Cruz Leyva,
asesinado en la cárcel de Tacotaco, en Junio de 1994; Leonardo Pacheco
Quintana, asesinado en la prisión de Quivicán, en Mayo de 1998 y Wilfredo
Salabaría Barrero, asesinado en la prisión Nieves Morejón de Sancti Spíritus en
Enero del 2012, estos últimos presos comunes asesinados en cárceles castristas.
Otros, han dado parte de sus vidas
siendo víctimas de torturas como el preso político Osvaldo Rodríguez Acosta,
que se plantó en huelga de hambre en junio del 2013 y fue torturado en el área
incrementada, por el Primer Teniente Alcides, y en meses posteriores -en su
segunda huelga de hambre- fue nuevamente torturado por el mismo Alcides, en la
prisión Combinado del Este.
También fueron torturados Reinaldo
Acosta Cruz, en la cárcel Combinado del Este en el área incrementada en febrero
del 2013, durante 27 días.
Y quien escribe fue torturado el
13 de marzo del 2013; y el 27 del mismo mes estuve en celda de castigo por 16
días, castigado durmiendo en el piso.
Tres días consecutivos de
noviembre del 2013 fui llevado a celda de castigo sin alimentos, teniendo
fiebre, presión arterial alta e infección en los riñones. Durante diez días estuve
en riesgo de perder la vida.
El preso político Marcelino Abreu
Bonora estuvo en huelga de hambre más de
80 días y también fue torturado en septiembre del 2013.
Actos degradantes e inhumanos como
estos hieren profundamente la sensibilidad de todos los hombres y mujeres de
bien.